Con motivo de la clase sobre las
competencias del orientador que tuvimos, surgió un debate que me llamó mucho la
atención, ya que ahora mismo, yo no
sabría que responder. Además creo que es
algo que está a la orden del día, porque no solo les ocurre a los profesionales
de este campo. El debate era el siguiente ¿Qué hacer cuando tuviéramos que
orientar/ acompañar a una persona que fuese un violador, un terrorista…?
En clase sobre todo había dos
posturas enfrentadas. La primera de ellas, aquella que defendía que debíamos
tratar de ayudarles ya que si somos buenos profesionales y tenemos las competencias vistas en clase
seremos capaces de estar con ellos en el camino, y si no lo conseguíamos, una
vez que ya la hubiéramos intentado, podríamos derivarlos a otros profesionales
pero siempre, dándoles y dándonos, la oportunidad de poder trabajar con ellos.
La segunda postura que se dio,
era en la que en algunos casos (en clase hablábamos mucho de violadores)conociéndonos
a nosotros mismos como profesionales, y utilizando las competencias vistas en
clase, sabremos a que tipo de personas vamos a poder ayudar y cuales por
determinadas circunstancias, no podremos hacerlo y derivarlas directamente a
otro profesional que si pueda ayudarles.
En esto quiero especificar que si
por ejemplo se muere un familiar muy cercano a ti y cuando te reincorporas al
trabajo tienes que tratar con una familia que trata de superar una muerte, es
normal que estés visiblemente afectado y no puedas atenderles correctamente,
por lo que tengas que derivarlo a otro profesional. En clase a lo que nos
referíamos es que simplemente viendo el
problema, decidíamos directamente la
respuesta.
Una vez finalizado el debate (en
el que personalmente no participé mucho porque no tenia una respuesta clara y
mis compañeros estaban interviniendo con mucha energía) creo que la mejor
solución, o aquella que me gustaría tratar de aplicar, es que si yo aún no he
tratado a ningún terrorista ni a ningún violador sin tener una experiencia
vital que me marque para no poder ayudarles correctamente, tratar de trabajar
con ellos lo mejor posible, porque si eres un buen profesional, supuestamente
deberías poder dar respuesta aquello que se te presente.
Si una vez que lo has intentado, ves que no
puedes, poder derivarlo a otro
profesional. El problema de esto es que imaginemos que estamos tres meses
tratándole y nos damos cuenta que no podemos ayudarle, quizás esta persona se
desespere un poco porque piense que ha estado perdiendo el tiempo, y por otro
lado, si lo rechazas, puede que esta persona se sienta mal porque piense que ya
no tiene mas oportunidades en la vida para cambiar y mejorar si le van
rechazando los profesionales a los que les plantea su problema.
Quizás, si somos capaces de conocernos
a nosotros mismos, seamos capaces de dar una respuesta mas clara y además, saber
como guiar a aquellas personas a las que nosotros no podamos tratar para que no
se sientan que las rechazas, si no que les cierras una ventana, para abrirles una puerta.
En cada una de tus reflexiones te abres más. Me gustan mucho. Has reflejado muy bien lo que hablamos en clase, y tus posturas sobre si estas preparada profesionalmente para afrontar esos casos son normales, aun nos queda mucho por aprender, y cuando entremos en la práctica directa sobre como intervenir adecuadamente con los diferentes casos que nos puedan surgir verás que lo haces muy bien, y dentro de nuestras capacidades los ayudaremos en lo posible, y sabes que haremos todo lo posible porque esto ocurra. Es normal que ahora tengamos nuestras dudas. ÁNIMO GUAPA
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