ANDAR LO QUE YA HEMOS ANDADO...

El viernes pasado en un rato libre que tuvimos, comencé a hablar sobre las diferentes asignaturas con una amiga de clase. Poco a poco nos desviamos hacia esta asignatura ya que nos dimos cuenta que había preguntas que se nos planteaban en clase que a simple vista parecen muy básicas pero una vez que las piensas, son muy profundas y complicadas. En general, no tenemos tiempo para nosotros, tampoco, para plantearnos estas preguntas ni mucho menos, para responderlas. Vivimos en una sociedad en la que todo ocurre y cambia muy deprisa, y parece que no es importante conocerse a si mismo, pero no sabemos cuanto estamos de equivocados, ya que conocerse a uno mismo nos ayuda a mejorar en nuestro día a día, a ser mas felices y hacer que el resto de las personas que nos rodean lo sean.

Las preguntas sobre las que hablamos fueron estas:

1-      ¿Qué me gusta hacer?

2-      ¿Qué me gustaba hacer?

3-      ¿Qué hacia cuando era pequeño?

Mis respuestas a estas preguntas fueron:

1-      En la actualidad las cosas que mas me gusta hacer son muy simples, pero son actividades en las que me siento bien conmigo misma y consigo olvidarme por un rato de las preocupaciones y el estrés… Algún ejemplo de estas actividades son leer tranquilamente un buen libro en el sillón o en el parque, encontrar un ratillo para ver a los amigos con los que ya no estoy en la universidad, pasar casi todo un día en la cama durmiendo o simplemente estirándome, caminar por el monte o el campo sin una meta fija o un ritmo determinado. Pasar tiempo con mi familia haciendo juegos o simplemente hablando de la semana    (de lo que nos preocupa, de lo que podremos hacer), pasar tiempo verdadero con los amigos (aquel en el que podamos hablar tanto de cosas importantes como de tonterías). Escuchar música tumbada en el césped viendo como pasan las nubes, ir al pueblo ya que desconecto totalmente de Madrid y además considero que tengo buenos amigos allí.

2-      Salir con mis amigos de fiesta hasta muy tarde y siempre con la idea de “quemar la noche”. Leer es algo que siempre me ha gustado desde pequeña y me ha permitido emocionarme y vivir historias imposibles. Jugar al baloncesto me encantaba y jugaba en un equipo pero desgraciadamente, después de que me tuvieran que operar del hombro, y debido a la desmotivación por no jugar, me hicieron dejarlo. A pesar de todo ello, viví grandes momentos con mi equipo que me hicieron muy feliz.

Irme de compras todas las semanas era

 algo que necesitaba, aunque solo me comprara una camiseta ya que eran momentos en los que olvidaba si discutia con mis padres o si tenia que estudiar.

3-      Lo que recuerdo siempre de mi niñez,  son momentos en los que estaba en casa de mi abuela y de repente comenzaba a llover. Mi abuela dejaba un poco la ventana abierta y entraba un olor a humedad y a fresco. En ese momento yo sentía la necesidad de sacar todos los cacharros que tenía de la Barbie y ponerme a jugar con ellos. Es un recuerdo muy especial porque me hace sentir muy bien. Me gustaba mucho también ir al cine con mis padres, aunque a ellos no les gustaba mucho, al menos lo intentaban pero casi siempre se quedaban dormidos viendo la película. Otra de las cosas que me encantaba hacer era pintar con plantillas. Cogía cestas viejas o tarros de arcilla y los pintaba. Quedaban muy bonitos y siempre se utilizaban para decorar.

Otro de los momentos que recuerdo de mi infancia y que me hacia sentir muy feliz,  era quedarme sola en casa ya que era el momento en el que podía investigar todos aquellos sitios que no me dejaban.

Si las observáis con detenimiento parecen fáciles pero a nosotras nos costó responderlas, os recomiendo que lo intentéis y podréis ver que os vienen algunas ideas a la cabeza, pero la respuesta que daréis seguro que no os convence, no es suficiente. Tomaros un rato para vosotros y disfrutar de lo que ha sido vuestra vida, volver a recordar aquellos sentimientos, emociones que ya vivisteis y que os hicieron u os hacen tan felices. Esto es un camino muy largo, ya que te permite conocerte a ti mismo un poquito más, pero no es nada fácil, ya que tienes que tener tiempo y desandar el camino andado más importante de todos: TU VIDA.