El pasado 6 de Mayo, se celebró en Madrid la novena Carrera
de la Mujer. Esta carrera se va celebrando por distintas ciudades a lo largo de
todo el año, siendo Madrid la que, hasta el momento ha tenido una mayor
participación (22.000 personas). El recorrido total de este año ha sido de 7,2
Km, todos ellos por las calles más céntricas de Madrid.
Yo tuve la suerte de participar en ella, en un principio
motivada por hacer algo de deporte y porque me parecía divertido. Acudí con mis
amigas, mi prima y sus compañeras de trabajo. No os podéis imaginar lo que me
encontré allí. Ahora soy consciente de la suerte que tuve al decidir partipar
en ella. Os puedo asegurar que es mucho más que una carrera. Quiero tratar de
transmitiros lo que allí viví, lo que sentía cada vez que daba un paso más para
llegar al final.
¿Carrera de la Mujer?
Personalmente me quedo claro que no es así, ya que participaron hombres,
mujeres y niños porque al fin y al cabo todos allí, estábamos movidos por un mismo fin “Luchar contra el
Cáncer de Mama”. Sé que podréis pensar que lo normal es que llamándose la
carrera así y teniendo en cuenta que las mujeres tienen 100 veces mas
probabilidades de sufrir el Cáncer de Mama, solo participaran mujeres, pero en
cuanto lo penséis un poco, el Cáncer de Mama es cosa de todos. Si tu mujer
tiene Cáncer de Mama, tú tienes cáncer de mama, si tu madre/hermana tiene
cáncer de mama, tu tienes cáncer de mama…Por esto la Carrera de la Mujer es una
carrera de todos y para todos.
A lo largo de la carrera, pude ver muchas personas con
carteles que decían algo así como “María, va por ti” o “María, no te olvidamos”.
Personalmente me emocioné mucho porque es importante que tengamos en cuenta que
es una enfermedad que está ahí, que tenemos que concienciar a todas las mujeres
de nuestros alrededor de que acudan a las revisiones (a esas que tantas veces
no hacemos caso), que esta enfermedad es una lotería (y desgraciadamente aquí
si que jugamos todos). Me llenó de alegría ver como esas personas además de
recordar a ese ser querido que ya no estaba, trataban de ayudar a otras
personas. Intentaban que el resto de las personas no tuvieran que pasar por
aquello, que conocieran la verdad y a la
vez llevar la memoria de la persona que ya no estaba a esa carrera.
También me emocioné al ver a personas con un cartel que
decía “Yo supere mi Cáncer de Mama” porque son el vivo ejemplo de la lucha y la
esperanza. Son fuerza para todas aquellas mujeres y familias que pasan y
pasarán por esta enfermedad. Gracias a ellas, podemos ver que no hay solo un
final, que es un bache muy duro, pero que se puede salir de él.
¿Cómo describiros todo lo que sentí? Yo era un puntito más
dentro de aquella marea rosa que invadía Madrid, pero era una marea que
avanzaba, se apoyaba, luchaba. Era una marea rosa que quería que todo Madrid
despertase y sintiese lo que nosotros,
¡Somos uno, y podemos con todo! Era impresionante como al cruzarnos con otras
compañeras, nos aplaudíamos, cantábamos, nos dábamos ánimo… Simplemente es una
carrera en que lo importante no es el tiempo que hagas, ni la posición…si no
que lo importante era llegar para demostrar al mundo y a ti misma que puedes
luchar por aquello que te propongas.
Sé que es difícil que aunque sea por unos segundos halláis
sentido un poco lo que viví ese día, por ello os animo a que el año que viene formáis
parte de esa MAREA ROSA que volverá a Madrid con ganas de lucha y transmitiendo
mucha esperanza. Por último dar todo mi apoyo aquellas mujeres que ya no están,
que sepan que no se las olvida, a las mujeres que consiguieron superarlo porque
gracias a ellas sabemos que es posible y aquellas que están pasando por esta
situación en estos momentos, para que sepan que nunca estarán solas. Gracias a
todas por ser un ejemplo a seguir, un ejemplo de lucha y superación.
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