CADA GESTO CUENTA.

El otro día cuando iba al centro en el metro, decidí ayudar a un ancianito a encontrar el ascensor para poder subir, casualidades de la vida, en la estación de Callao no hay ascensores para subir, asique le ayudé a subir las escaleras. Hasta aquí, podríamos decir que todo es normal, que todos hemos ayudado a alguien en alguna ocasión, pero lo interesante fue que empezamos hablar y había vivido la Guerra Civil en el mismo pueblo del que es mi madre. Estuvimos hablando cerca de una hora,  de unas cosas y de otras, cuando nos despedimos me dio las gracias de una manera muy emotiva y su teléfono, por si en alguna ocasión quería volver hablar con él. A partir de ese momento no pude parar de pensar en el porqué de esa despedida y que habría significado aquel momento, aquella hora para ese anciano y si ese pequeño gesto verdaderamente habría significado algo para él.

En otra ocasión, comenté en el blog la importancia de valorar los gestos pequeños, que llenan nuestro día a día, pero en esta ocasión quiero hablaros de la importancia de esos pequeños gestos,  y de como cambian la vida a los demás.

En general, cuando actuamos, no pensamos que es lo que hacemos, si aquello que realizamos significa algo para la otra persona (positivo o negativo) si no que, lo vemos como algo normal, como algo rutinario en nuestras vidas. Pasamos por alto todas las emociones y sentimientos que se transmiten en cada acción y como con un gesto se puede cambiar a alguien el día o incluso la vida. Personalmente quiero hablaros de los gestos positivos, de esos que endulzan la vida…

Estamos cansados de oír, que somos como somos por aquello que nos ha rodeado desde pequeños, que todo nos influye. Yo verdaderamente creo en ello, pienso  que queda claramente demostrado cuando por ejemplo, un día de tantos que te levantas malhumorado y todo te molesta, de repente sales a la calle y alguien (conocido o no) realiza un gesto, una acción que no te esperas y a partir de ese momento tu día ha cambiado. Pero… ¿Solo ha cambiado para ti?

Creo que todas las personas que convivimos en el planeta estamos conectados, somos una cadena que nos transmitimos cosas. Si seguimos con el ejemplo anterior, tú serás la siguiente persona en regalar un gesto a alguien y de esta forma cambiar también su día. Todos necesitamos gestos de los demás para poder seguir unidos a la cadena, para que esta no se rompa. Necesitamos de las acciones de los demás para poder ver que nos apoyan, que hay cosas por las que tenemos que luchar para que cambien o para que no.

Si de unos a otros consiguiéramos pasarnos esa buena energía, gracias a que una persona se levantó un día y decidió regalarnos un poquito de lo bueno que tenía dentro… Si todos fuéramos capaces de regalar ese poquito bueno de nosotros… ¿No sería el mundo un lugar mejor?

Espero que con este video os animeis a regalar vuestros mejores gestos...