Hoy quiero
compartir con vosotros un vídeo que me ha parecido sincero y muy real. Trata
sobre las personas con alzheimer y todo lo que ello conlleva para sus
familiares. El alzheimer es una enfermedad que afecta en la actualidad afecta a
unos 400.000 españoles, además de aquellos que no están diagnosticados. Es una
enfermedad muy dura no solo para aquel que la padece si no para todas las
personas que la rodean.
Por desgracia yo
lo puedo contar en primera persona ya que, mi abuela sufrió esta enfermedad.
Digo por desgracia porque es una enfermedad para la que nadie te prepara, en la
que comienzas a ver como a poco a poco empiezas a dejar de recordar los
detalles mas tontos como donde has dejado las llaves hasta olvidar todo aquello
que has vivido. También es muy dificil para todas aquellas personas que te
quieren ya que no saben que pueden hacer para ayudarte a recordar, a que esos
momentos que has vivido permanezcan junto a ti el máximo de tiempo posible.
A pesar de ello,
todo en esta vida tiene su lado bueno y su malo. Yo procuro quedarme siempre
con el vaso medio lleno y gracias a esta experiencia y a mi abuela, también he
podido sacar aspectos positivos y algunas enseñanzas que me acompañarán toda la
vida. Quiero desde aquí mandarles un mensaje de esperanza, un rayo de luz para
todas aquellas personas con la enfermedad de alzheimer y sus familias para que
puedan mirar a este enfermedad con otros ojos y aceptarla tal y como es.
Mi abuela, con
su enfermedad me enseñó muchas cosas:
Me enseñó como
ella podía encontrar los lugares mas difíciles para esconder las cosas de la
casa y no recordar donde las dejaba y yo ahí, aprendí a ser ordenada.
Me enseñó que
quizás a la tercera cucharada se seguiría negando a comer, pero si insistia a
la veintiunava lo haría y yo ahí, aprendí a ser paciente.
Me enseñó que
repetirme una y otra vez la misma historia era importante para ella (era lo
único que recordaba) y yo ahí, aprendí a escuchar.
Me enseñó como
de un momento a otro podía cambiar de humor, de estar triste a estar enfadada
(incluso agresiva) y yo ahí, aprendí a mantener la calma.
Me enseñó como
todos volvemos a ser niños y se nos olvidan las acciones mas básicas como
comer, asearnos o ir al baño…y yo ahí, aprendí a hacer algo por los demás que
no me gustaba.
Me enseñó como
podía hacer que mi madre estuviese siempre cansada, malhumorada…y yo ahí,
aprendía a tener empatía.
Me enseñó a
través de mi tía que ocurría cuando las personas se ponen muy tristes y no
tenían muchas ganas de vivir y yo ahí, aprendí a buscar razones para hacer
sonreir a los demás.
Me enseñó la
importancia de un silencio, de una mirada…y yo ahí, aprendí como puedes decir
todo sin decir nada, simplemente estando al lado de esa persona.
Me enseñó que en
los momentos duros siempre tendría a mi familia para apoyarme y yo ahí, aprendí
lo afortunada que era por tener a cada uno de ellos a mi lado.
Mi abuela ya no
está, nos dejó porqué comprendió que ya
nos había enseñado todo lo que ella sabía y esa era la única manera de que
pudiéramos seguir aprendiendo cosas.
Ahora ya no está
junto a mí, pero me sigue enseñando y quizás las cosas mas importantes…
Estoy
aprendiendo lo importante que es recordar los momentos que vivimos juntas
(tanto buenos como malos) porque cada vez que lo hago sé que un poquito de ella
sigue junto a mí. Me está enseñando a aprender a echar de menos a alguien, a
valorar esas cosas que son tan pequeñas, pero que juntas son una vida entera.
Estoy empezando a comprender un estilo de vida, el de saber que fue una mujer
que lo dio todo por nosotros, que ella era la que siempre iba por delante de
todos para que no tropezásemos en nuestro camino y si lo hacíamos, era ella la
que nos curaba nuestras heridas. A fin y al cabo, me sigue ayudando a ser quien
soy y tener la suerte de ser un ejemplo en el que reflejarme.
Después de esto
y mucho mas que no puedo resumir en tan poco espacio ¿Cómo no voy a estar
agradecida a esta desgraciada enfermedad?
¡SIEMPRE
GRANDE!
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